Imprimir

Escuela de Liderazgo

Visto: 293

Escuela de liderazgo para la gestión de organizaciones sociales y comunitarias

 

La Escuela Popular de Líderes y lideresas del FDA (EPLL-FDA) tiene su origen en el primer plan estratégico del Frente del Frente de Defensa de la Amazonía, en el año 2002, iniciativa que se implementó a partir del 2003. Dicho plan en lo posterior fue ajustado, de manera que, la capacitación pasó a ser un eje y la Escuela una línea estratégica insertada dentro del eje de capacitación. 

La Escuela ha pasado por cuatro etapas: la primera, desde el año 2004 hasta el 2008, que funcionó a través de 4 sedes con cuatro promociones. La segunda, desde 2008 al 2010, funcionó también en cuatro sedes; a los líderes y lideresas de una de las promociones se les otorgó certificados avalados por el Ministerio de Educación. La tercera etapa comprende desde 2011 al 2012, con dos sedes y una sola promoción; a los participantes se les otorgó un certificado universitario respaldado por la Universidad Técnica del Norte (UTN). La última etapa empezó en el 2012 y funcionó hasta el 2016; los participantes han recibido certificados acreditados por la Universidad San Francisco de Quito, USFQ. 

En el año 2016 la Escuela entró en un proceso de evaluación interna sobre su funcionamiento a fin de visualizar los resultados logrados. Dicha evaluación arrojó resultados satisfactorios, en términos cualitativos y cuantitativos; sin embargo, había una realidad de fondo, en el sentido de que, en el transcurso de su funcionamiento, la Escuela había ido perdiendo poco a poco su esencia y el espíritu que motivó su nacimiento: formar líderes y lideresas populares y comunitarios de base para generar cambios desde la realidad local, a partir de la reflexión y la acción mancomunada.  Desde 2017 a 2019 continuó su funcionamiento, pero de manera provisional, ya que, internamente, a nivel de dirigentes del FDA se seguía reflexionando sobre el giro que debería tomar este proceso. Se podría decir, entonces, que este período (2017-2019) fue un periodo de transición hacia una “nueva Escuela”, la cual surge como producto de varios eventos de reflexión y aportes teóricos de algunos aliados, pero sobretodo de la experiencia acumulada a largo de la vida organizativa del Frente de Defensa de la Amazonía. 

La actual Escuela se denomina “Escuela de Liderazgo para la Gestión de Organizaciones Sociales y Comunitarias”, propuesta con la que se pretende dar un paso hacia adelante, que vaya más allá de un simple cambio de nombre. La Escuela ahora deberá transformarse en una iniciativa con la cual se pretende responder a los desafíos, tanto del Frente de Defensa de la Amazonía como de las comunidades y organizaciones locales, en contextos mucho más complejos si se compara con la época en que nació esta iniciativa. En adelante, la Escuela deberá estar articulada directamente al enfoque estratégico del FDA, es decir, a la defensa y el ejercicio de los derechos humanos y de la Naturaleza, pero, además, deberá estar sintonizada con las realidades económicas y sociales locales, en un contexto general que articula varias crisis: de valores, ambiental (a nivel global), geoestratégicos y económico. Estas crisis, directa o indirectamente, repercuten en la vida familiar y comunitaria, especialmente la crisis económica por la que atraviesa el Ecuador, de manera que, la Escuela también debe responder a esta realidad sin apartarse de su enfoque superior. 

Como se mencionó, no solamente se trata de un simple cambio de nombre. Es el mismo proceso, pero adaptado a los nuevos tiempos y contextos, lo que significa, en otras palabras, que estamos innovando. Y es que, durante los años en que el FDA ha acompañado a las organizaciones y comunidades de base en sus territorios ha sido testigo de que estas conviven con múltiples problemas, limitaciones y desafíos internos, muchos de los cuales se pueden superar si procuramos entender al liderazgo de manera más integral, superando los personalismos. Es cierto que uno de los mayores problemas radica en la forma en que se ha venido liderando, es decir, en ese estilo de liderazgo personalizado tradicional que poco o nada ha logrado evolucionar. Por tanto, una formación actualizada, a través de la Escuela, debe contribuir a que los dirigentes, a más de liderar, se doten de ciertas herramientas de gestión que le permitan “gerenciar” a fin de que los asuntos de orden administrativo, operativo y procedimental los resuelvan o ejecuten con mayor eficiencia y eficacia, para lograr los propósitos comunes que persigue la organización o comunidad. En esto consiste el liderazgo para la gestión; es una propuesta conceptual más integral para innovar el ejercicio de liderazgo social y comunitario. 

Esta propuesta, claro está, se encuadra dentro del enfoque estratégico del FDA; pero, además, apunta a que los entes colectivos locales pasen de ser simples actores funcionales a los intereses políticos o económicos de turno a convertirse en sujetos sociales empoderados de sus derechos. Este es el mayor desafío que el Frente pretende enfrentar a través de la Escuela de Liderazgo para la Gestión de Organizaciones Sociales y Comunitarias. 

 El objetivo de la Escuela de Liderazgo para la Gestión de Organizaciones Sociales y Comunitarias del Frente de Defensa de la Amazonía es formar líderes y lideresas que contribuyan al fortalecimiento de las capacidades políticas, de gestión y de incidencia para alcanzar los propósitos que persiguen sus organizaciones y comunidades, y se empoderen de sus derechos a fin de lograr su pleno ejercicio.

4. ¿Para quienes está dirigida la nueva Escuela?

La Escuela está dirigida a los hombres y mujeres que pertenecen a los organismos miembros de base del FDA, como también a otras organizaciones sociales y comunidades campesinas e indígenas de las provincias de Sucumbíos y Orellana cuyos propósitos sean coherentes con la visión, misión, principios y objetivo estratégico del Frente de Defensa de la Amazonía. 

La persona interesada en participar en la Escuela deberá cumplir el siguiente perfil:

 Al concluir el ciclo de formación y capacitación los aspirantes tendrán las siguientes capacidades y aptitudes:

La Escuela se fundamenta en cuatro pilares: 

  1. Aprender a conocer, es decir, aprender a aprender.
  2. Aprender a hacer: capacitar a la persona para que pueda hacer frente a ciertas situaciones, tanto en lo personal como en la organización.
  3. Aprender a vivir juntos: preparar a la persona para tratar los conflictos, respetando los valores de pluralismo y la comprensión mutua.
  4. Aprender a ser: desarrollar su propia personalidad con capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal (formación en valores).

Operativamente funcionará a través de sedes que serán definidas con criterios que permitan estar lo más cerca posible a los territorios en donde actúen los participantes. 

La malla curricular contiene temas que contribuyan a lograr el objetivo de la Escuela y los objetivos estratégicos del FDA, en consistencia con las realidades e intereses de las organizaciones y comunidades. En este orden, los temas que se proponen son los siguientes:

La malla curricular estará sujeta a modificaciones en el transcurso del funcionamiento de la Escuela, siempre y cuando estas sean producto de análisis y evaluaciones en las que deberán participarán los actores involucrados: dirigentes del FDA, comunidades y participantes en la Escuela. 

Los temas serán impartidos mediante módulos que serán preparados por los respectivos facilitadores. 

La nueva Escuela está sustentada en la realidad de las comunidades y organizaciones de las provincias de Sucumbíos y Orellana, por lo tanto, las líneas metodológicas se fundamentarán en las siguientes directrices:

La aplicación de estos lineamientos metodológicos se complementará con el uso de tecnologías que faciliten el aprendizaje y la interacción entre los participantes y el facilitador. Además, en el marco del “aprender haciendo”, se promoverán pasantías y eventos de intercambio de experiencias con otros procesos de formación.  

 Enfoque de derechos, de género, interculturalidad y de empoderamiento. 

 Con base en la experiencia obtenida, y tomando en cuenta el sistema de formación propuesto y el modelo de aprendizaje, se plantea el siguiente perfil para el facilitador o facilitadora de la Escuela:

 La Escuela tiene un sistema de seguimiento para verificar que su funcionamiento se ajuste a lograr su objetivo, al cumplimiento de la malla curricular y a la aplicación de los lineamientos metodológicos. Además, tiene definido un sistema de evaluación y acompañamiento a los participantes para verificar los avances en conocimientos, destrezas y actitudes.