TRES DÉCADA DE RESISTENCIA PARA LOGRAR REPARACIÓN
El 3 de noviembre de 1993, un grupo de quince afectados de las provincias de Sucumbíos y Napo acompañó al abogado Cristóbal Bonifaz a una de las cortes del Segundo Circuito de Nueva York, en los Estados Unidos de Norteamérica, para presentar una demanda en contra de la compañía petrolera Texaco, por los daños ambientales y sociales que sus operaciones habían ocasionado en la zona norte de la región amazónica ecuatoriana. Patricio Cango fue una de aquellas personas que ese día estuvo presente en la Corte en Nueva York. A su retorno participó en un programa que difundía Radio Sucumbíos los días sábados, en el que informó algunos aspectos relacionados con la presentación de la demanda que, hasta ese día, poco o nada se habían difundido públicamente, al menos en el ámbito local. Patricio dijo que las comunidades y las organizaciones sociales de Sucumbíos debían organizarse para apoyar esta acción legal. (Las voces de las víctimas, pp. 89).
El párrafo precedente es una cita textual del libro escrito por uno de los testigos y conocedores de la historia de una lucha emblemática que algunos medios de comunicación internacionales en su momento la denominaron “David contra Goliat”. En el texto, “Las voces de las víctimas”, Luis Yanza narra el origen de la demanda legal en contra de la compañía Texaco que dio lugar a una articulación de organizaciones y comunidades en una estructura organizativa cuyo fin era sostener la batalla judicial la cual, casi tres décadas después, aún no ha concluido. Esa estructura política y organizativa es el Frente de Defensa de la Amazonía, constituida el 15 de mayo de 1994.