ASÍ NACIÓ EL MONITOREO AMBIENTAL
El 15 de mayo de 1994 se constituye el Frente de Defensa de la Amazonía (FDA) con el objeto de representar a las víctimas de la compañía Texaco; a su vez, y de forma paralela, afianzar el soporte político que el proceso judicial en Nueva York requería. (foto víctimas en EEUU y territorio – plantón NY).
- En el año 1996 se constituye la Red de Monitoreo Ambiental integrada por comunidades y organizaciones de base miembros del FDA, y por organizaciones no gubernamentales, instituciones y diversos aliados privados. El nacimiento de esta Red representó la cristalización de una iniciativa que surgió, luego de que se creó el Frente de Defensa de la Amazonía, con el fin de unificar y coordinar esfuerzos entre los diferentes actores que se unieron para apoyar la lucha de las víctimas de la compañía Texaco (fotografías organizaciones – taller).
- En 1998 el Frente de Defensa de la Amazonía obtiene su personería jurídica y se define como una organización social sin fines de lucro, integrada por organizaciones activas y fraternas, de primer y segundo grado, y por instituciones que persiguen fines comunes a los del FDA. En este mismo año la Red de monitoreo enfrenta una severa crisis debido a las miradas y posiciones divergentes de algunos de sus miembros. No obstante, en los primeros años se logró capacitar a un grupo considerable de monitores ambientales y con ellos se dio inicio a las actividades en campo para documentar las acciones que generan contaminación; con la información recopilada se presentaron denuncias en aquel entonces Congreso Nacional, Ministerio de Recursos Naturales y a los medios de comunicación locales y nacionales. Con estas denuncias, la vulneración de los derechos de las personas y comunidades afectadas por las actividades extractivas, especialmente petroleras, empezó a visibilizarse (Fotografías de grupos monitores).
La crisis de la Red terminó con su disolución; pese a este revés, un grupo de monitores se quedó apoyando los procesos emprendidos por el FDA.
EL MONITOREO AMBIENTAL COMUNITARIO, LÍNEA ESTRATÉGICA DEL FDA.
En el año 2002 el Frente de Defensa de la Amazonía construye su primer plan estratégico el cual fue aprobado por el congreso de mayo de 2002. En este plan nace formalmente el monitoreo ambiental comunitario como una línea de acción de la organización recuperando, así, el proceso iniciado en 1996.
Además de esta línea, en el plan también se oficializa la línea de capacitación que dio origen, dos años después, a la Escuela de Líderes y Lideresas del FDA. Otras líneas del plan fueron, el fortalecimiento organizativo y la asesoría jurídica, respectivamente.
Entre los años 2002-2010, las diligencias judiciales del juicio contra Chevron concentraron los mayores esfuerzos del Frente de Defensa de la Amazonía, por tanto, las actividades de monitoreo ambiental casi desaparecieron, y las que se realizaron fueron esporádicas, ya que no se contaba con un plan que viabilice el propósito de la línea de monitoreo establecida en el plan estratégico. Fue una etapa oscura en la que la línea de monitoreo constaba en el plan, pero no se la impulsaba de manera sistemática.
En 2011, con financiamiento de una organización de cooperación extranjera el FDA activa la línea de monitoreo ambiental comunitario sin lograr resultados relevantes. Igualmente, se potencializa la Escuela de Líderes y Lideresas que ya venía funcionando desde el año 2004. En el marco de estos procesos aparece el interés de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) por apoyar el trabajo del Frente de Defensa de la Amazonía.
UNA NUEVA ETAPA EN ALIANZA
- En el año 2012 el Frente de Defensa de la Amazonía y la USFQ empezaron una primera etapa de cooperación en la que se desarrollaron actividades de entrenamiento a los monitores (la mayoría de ellos pertenecían a la Escuela de Líderes y Lideresas) para generar una línea base sobre la calidad de agua en algunos sitios donde ellos residían. Para ello se les capacitó en muestreo de agua, sistemas de información geográfica, cómo documentar los incidentes contaminantes, entre otros temas.
- La segunda fase se inicia en el año 2015 y consiste en localizar pasivos ambientales, documentar nuevos incidentes (especialmente derrames de petróleo) y vertidos contaminantes. Para esto se capacitó a monitores con el fin de que usaran instrumentos tecnológicos, la información que ellos generan se carga en un portal de mapas web, http://www.monitoreoparticipativo.org/
- En el año 2016, a raíz de la decisión del Frente de retirarse de la Unión de Afectados por Texaco, la Universidad suscribió por separado convenios de cooperación con cada una de las dos organizaciones para no afectar el proceso que se había iniciado en 2012.
RESULTADOS Y AVANCES
- Monitoreo de agua
En el año 2016 se realizó un estudio sobre calidad de agua para consumo en localidades donde se visibilizan los impactos de la industria petrolera de las cuales se seleccionó aleatoriamente a 31 comunidades de las provincias de Orellana y Sucumbíos. El estudio tenía por finalidad “identificar los niveles de contaminación petrolera y de contaminación fecal en el agua de consumo…”, para lo cual se analizaron 176 muestras correspondientes a 92 fuentes de agua. La Universidad San Francisco preparó un folleto con los resultados del estudio para socializar a las familias de las comunidades en las que se tomaron las muestras de agua. Se realizaron talleres en 31 comunidades donde los participantes reflexionaron sobre prácticas para mejorar la calidad del agua de consumo doméstico.
- Documentación de pasivos ambientales
El proceso de monitoreo implementado con la Universidad San Francisco de Quito arrojó datos importantes que dan cuenta de la situación ambiental en la zona monitoreada entre 2015 y 2017, información que fue publicada por la Universidad en la revista Society & Natural Resources (ver https://bit.ly/3BcP4rV). Se detectaron 212 pasivos ambientales e incidentes contaminantes (casi 8 pasivos por mes); de estos, “25% de los eventos fueron nuevos derrames de petróleo o agua de producción, el 42% de eventos antiguos de derrames de petróleo u otros productos de desecho ocurrieron antes del inicio de las actividades de monitoreo, y el 33% fueron de otras formas de contaminación.”. Además, 15 pasivos fueron publicados en dos de los principales periódicos del país, El Comercio y El Universo, algunos fueron comunicados al Ministerio de Ambiente y a la Defensoría del Pueblo.
- Proceso de incidencia para incluir el monitoreo ambiental en la “Ley Amazónica”.
En el año 2017 se implementó un proceso de incidencia política en la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional para que se incluya el tema de monitoreo ambiental en la “Ley Amazónica”. En concreto, se proponía que el monitoreo ambiental comunitario sea reconocido en la ley para que los monitores ambientales gocen de respaldo legal. Esto era fundamental porque su trabajo generalmente ha sido tomado como “ilegal” por parte de las empresas petroleras, algunas de las cuales incluso han llegado a perseguir a los monitores. Además del reconocimiento legal se proponía que el monitoreo independiente cuente con los recursos económicos necesarios.
La Universidad San Francisco y el Frente de Defensa de la Amazonía prepararon una propuesta con la cual se impulsó el proceso de incidencia que incluyó las siguientes actividades: reuniones personales con algunos legisladores amazónicos, especialmente de Orellana y Sucumbíos; dos comparecencias en la Comisión de Biodiversidad; participación en dos audiencias públicas organizadas por la Comisión en territorio (Coca y Nueva Loja). Sin embargo, si bien, en el texto final que aprobó la Asamblea se incluyó un artículo específico sobre monitoreo ambiental (Art. 58), este no refleja el espíritu de la propuesta que fue entregada y discutida con los asambleístas. De todas maneras, para el FDA fue un avance importante y una experiencia en el ámbito de incidencia política, experiencia que fue tomado como un caso de estudio por parte de la cooperante extranjera, Ayuda Popular Noruega, en el año 2018 (Adjuntar documento).
Es importante aclarar que, de los tres resultados mencionados, los dos primeros se lograron dentro del marco de cooperación de la Universidad con el FDA y la UDAPT, aunque operativamente cada organización realiza su trabajo con sus propios monitores ambientales. El tercer resultado (parcial) fue fruto del proceso de incidencia ejecutado únicamente por la Universidad y el FDA.
- SITUACIÓN ACTUAL Y DESAFÍO
Si bien, la cooperación con la Universidad San Francisco ha permitido obtener los resultados antes descritos, el Frente de Defensa de la Amazonía ha evidenciado ciertas inconformidades que no necesariamente dependen de la Universidad sino de ciertos factores operativos internos del Frente, y de las circunstancias sociales y políticas locales. Estas últimas en gran medida son consecuencias de las políticas de relacionamiento social que han venido implementando las empresas petroleras durante décadas, pero también de las políticas clientelares practicadas por la mayoría de los gobiernos locales. Todos estos factores configuran un ambiente político y social que dificultan, y en muchos casos limitan, el trabajo del FDA. Sin embargo, a pesar de este escenario adverso, el FDA ha continuado su proceso procurando mantener los principios, lineamientos y enfoques iniciales que motivaron su constitución, y que se consolidaron en sus primeros años de vida.
En tal sentido, la línea concreta de monitoreo ambiental comunitario ha provocado ciertos cuestionamientos internos a partir de la siguiente pregunta: ¿el proceso de los últimos años responde o no, primero al enfoque y dinámica de trabajo del Frente, y segundo, a los intereses y realidades de las comunidades locales? Se ha llegado a la conclusión de que, la cooperación con la Universidad San Francisco de Quito sí ha permitido elevar el nivel de formación de los monitores ambientales, generar información importante e incluso publicarla. Sin duda son aspectos positivos, no obstante, dicha información no retorna a los territorios locales, es decir a las organizaciones o comunidades, como tampoco el Frente tiene control de esa información. Por lo tanto, el proceso de los últimos años ha respondido más a los intereses académicos de la Universidad (generación de datos, difusión y publicación) los cuales son legítimos, pero no se acoplan con los intereses y enfoques del FDA. En los últimos años se ha tratado de corregir esas distorsiones, pero, lamentablemente, el diseño estructural del proceso no ha permitido readecuarlo e insertar los enfoques locales, sobre todo aquellos que requieren una respuesta a corto plazo.
Por lo tanto, el Frente de Defensa de la Amazonía actualmente enfrenta un gran desafío: lograr consolidar la línea de monitoreo ambiental comunitario y redireccionarla para que responda a los propósitos, enfoques, intereses y realidades de las comunidades locales. Para ello es necesario dotarlas de capacidades, destrezas e instrumentos políticos y técnicos; en otras palabras, hay que empoderar a las comunidades de manera que se conviertan en actores y protagonistas de sus acciones en los procesos de exigencia y defensa de sus derechos. No es fácil en un contexto social y político complejo, pero es lo que se pretende con el proceso que se ha iniciado en este año conjuntamente con el Gobierno Autónomo de la Parroquia San Carlos, cantón La Joya de los Sachas, provincia de Orellana.
MONITOREO AMBIENTAL COMUNITARIO CON ENFOQUE TERRITORIAL
Con financiamiento de la Agencia de Cooperación Manos Unidas, entidad con la cual el FDA tiene una relación de trabajo desde el año 2010, se está ejecutando el proyecto “Acceso a Agua Potable de Calidad y Derechos Ambientales en la Amazonía” en la parroquia San Carlos del cantón La Joya de los Sachas, provincia de Orellana. A diferencia de los proyectos ejecutados en los años anteriores, el actual se focaliza territorialmente en esta parroquia con el fin de desarrollar, entre otras, las siguientes líneas de acción:
- Acceso a agua segura para 20 familias de la comunidad Morán Valverde 1 mediante la instalación de sistemas familiares mixtos de purificación de agua.
- Formación de monitores ambientales comunitarios para la parroquia y la comunidad Morán Valverde 1.
- Gestión de desechos orgánicos domiciliarios e instalación de composteras caseras.
En el tema específico de monitoreo ambiental, un grupo de 10 personas, previamente seleccionadas por sus comunidades, está en proceso de capacitación en temas relacionados a monitoreo en base a un plan de capacitación. Esta primera fase de formación concluirá a finales de 2022 con la elaboración de planes de monitoreo. Para ejecutarlos, los monitoreos se organizarán en dos o tres equipos cuyo trabajo consistirá en documentar evidencias de los incidentes y hechos contaminantes, y focos de contaminación, que afecten especialmente la calidad del agua para consumo doméstico.
Con este proceso el Frente de Defensa de la Amazonía pretende corregir las distorsiones antes señaladas y enfrentar el desafío de convertir al monitoreo ambiental comunitario en una estrategia que dé soporte técnico a las acciones y procesos que impulsen las comunidades para exigir y defender sus derechos y los derechos de la Naturaleza.
En una segunda etapa, a la vez que los monitores ejecuten los respectivos planes de monitoreo se complementará la capacitación con otros temas dirigidos a fortalecer sus conocimientos, aptitudes y destrezas. Sin embargo, la sostenibilidad de este proceso local estará de alguna manera condicionada al soporte institucional y económico que brinde el gobierno parroquial de San Carlos, como también al apoyo de las comunidades a los monitores ambientales.